Buscar el ocio, vivirlo hasta el disfrute. La
holganza es un don al que todos debemos alcanzar. Sin embargo; es algo tan
remoto y lejano el apetecido ocio. Siempre nos lleva a pensar en la
desacralización del trabajo.
No alabamos al ocio forzado de millones de
desocupados o subdesocupados. Ese es el mundo de la cesantía, los despidos, el
paro forzoso, el hambre y la miseria de millones. Cuando hay trabajo, siempre
se deberá por lo tanto dar paso al privilegio del ocio. No olvidemos que el
trabajo y la sobreexplotación tiene una evaluación por sobre lo real en este
mundo manejado por e más salvaje neoliberalismo.
Paul Laffargue, yerno de Marx, siendo diputado en
el parlamento francés, autor del libro “El derecho a la pereza”, planteó “forjar
una ley de bronce” la que obligaba a que se prohibiera a cada persona trabajar
más de tres horas por día.
En Chile, donde ha aumentado el sistema de sobre
explotación que burla toda previsión a través de los llamados “funcionarios a
boleta” o los “boleteros”, los que carecen de todo tipo de derechos como
trabajador y no pueden sindicalizarse, otro tanto ocurre con los empleados de
tienda o los empacadores de los hipermercados, todo esto con el consentimiento
de la concertación, y la derecha por
cierto.
La señora Bachelet pondrá fin a esta lacra?
Mientras tanto, después de unas largas vacaciones
y ocio sin goce de sueldo, volvamos a empezar, el yugo espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario