Divertida
esa de "cloro añejo", arrechúnchamelo y arremángamelo, que sentir una
casa señorial con ese olor, debiera ser olor a trementina o miriñaque, digo yo,
por los ancianos que deben morar ese sitio, y de seguro también olor a
naftalina, o por último a flores secas y mustias como esas viejitas que se las
dan de poetas en el invierno de sus vidas, viejos con transparencia de
fantasmas, una feria gerontológica, posiblemente la casita esa, tenga un
rinconcito donde tomen sus penas los caballeretes pues como pasan apenados, a
lo mejor, digo yo, se la pasarán tomando. Cuestión de envidia nada más.
Disque se
da vueltas por ahí una viejita con un perrito que ladra afirmándose en las
sillas por que es tan viejecito como la dueña y cada vez que ladra se le cae un
diente, ahora le están colocando al pobre quiltro una placa dental.
Otra dama
con cara de plato y lengua suelta, y que en cada uno de sus libros siempre
coloca sus fotos de cuando tenía quince años, viste como gitana y luce unos
sombreros estrafalarios, y bueno otras más hacen lo mismo pero, la señora Z,
lleva el estandarte, de poca finura para hablar y glotona como ella sola, si
usted le coloca una olla se la traga completa hasta con saltaduras.
Me estoy
poniendo pelador como la flakatello.
Si le
contara las de historias que tiene la flaka, no dejó títere parado en su
vecindario y le decían la gallina con horno por lo caliente que es, otros más
cuicos le pusieron la microondas.
Y si le
contara las aventuras de una viejita chica que la llaman la saca corchos, pues
como ella misma lo dice "a todos estos me los he violado",¡qué de
cosas mi señor! y cómo no voy a estar contento si me acuerdo de las aventuras
que contaba hace años el finado Martín, escalofriantes, o la de ese señor que
tenía una botillería dentro de la casona y le llamaba un rincón pa… cu… es
decir peculiar eufemísticamente era una sala de cultura y cobró en oro por sus
tragos… y todo esto por mentar una casa con olor a "cloro añejo".
Bueno, el
último mandamás de la casita, mejor dicho el penúltimo, columpiaba alegremente
a la secretaria hasta que de tanto columpiarla se sacaron la contumelia y
debieron irse con viento fresco y una cuenta de verdulería donde preparaban
cócteles. Esto se va pareciendo a una cuenta de la sociedad de escritores de
Chile.
¡Guen dar
con la suerte patrón!, decía mi tío Cayo, viejo venido desde Logroño, antes de la
Guerra Civil, y que le gustaban los dichos guasos, el viejo era tan, pero tan
re cagado que todos los días hacía porotos bayos, tenía millones y sin embargo
sólo porotos era la mesa, que ¿lentejas? No, eso era un lujo sibarítico, y eran
sólo porotos con agua, sal y ají de color, variaba sí, pero sí que variaba, un
día era con fideos llenos de gorgojos, otras con los mismos bichitos pero de
mote, cuando era mucho, bailaban algunos chicharrones o unas traguas
malolientes que le regalaba un carnicero amigo.
En fin mi
tío na que ver en este cuento de la casa y el loco ese que quería vender su
"besseller coquimbano" a diez lucas en la feria del libro, me tiene
intrigado la flakatello que dijo que me iba a contar otros pelambrillos. Sobre
todo de un tal Contreras que cambió el olor hasta de sus flatos con la
millonada que agarró en la SECH.
A
propósito, esa sociedad de escritores de Chile no ha dicho esta boca es mío
ante la persecución en contra del poeta Ernesto Cardenal, huésped de Chile en
varias oportunidades. De seguro esperan una orden del C.C.
Yo creo
que el chico Rivano debe acordarse del gil ese que fue con una feria del libro
a Chalequinahue donde sólo viven treinta personas, diez gatos, veintisiete
perros y dos pacos, tres cabros chalequinahueños van a la escuela y será gil,
le robaron un libro de cien lucas…. Jajajajajajajaja.
¿A quién se le habrá ocurrido hacer
una feria en ese abandonado pueblucho de Nahuelbuta? Y más encima le roban un
libro que equivale a casi todo su capital. Está bueno por hoy, que se me seca
la lengua, no vaya ser cosa que me confundan con un escritor de esos que beben
alcohol como dijo alguien en una carta a otra alguien…
Chao
Y,
cuídense del Fray Apenta que siempre anda con la lengua y la cuchilla afilá…
aunque el viejo murió hace añales.
El
Conventillero
Publicado en el Blog El Conventillo 07/09/08
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